Según una entrevista, Layla es una niña muy tímida e introvertida, pero todo cambia cuando comienza la transformación a princesa, ya que con sus hermosos disfraces se mete en el papel del personaje y, a la hora de las fotografías, es la niña más carismática y segura de sí misma. Esto comenzó como una técnica para hacer que su hija tuviera más confianza y se desenvolviera mejor, pero Camillia asegura que los resultados han ido más lejos y lo que comenzó como un divertido experimento se ha convertido en el sueño de toda niña.
Ambas llevan 2 años practicando cosplay, y actualmente tienen más de 19 mil seguidores en Instagram.
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